para conmemorar las derrotas,
o que no lo sea
o simplemente para mirar las gotas
que caen desde la cucharilla,
una y otra vez...
Hablo con el camarero
del tiempo, del programa de radio que están retrasmitiendo,
del barrio, de cualquier cosa que se nos pase por la cabeza.
Es posible que le pida un pacharán
o que me marche al trabajo
sin despedirme.
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