domingo, 26 de julio de 2009

Kiro.

Si fuese por él, los vals hubieran seguido sonando. A pesar de ello, Juliette no estaba dispuesta a seguir planes, ninguno de ellos. En aquel momento estaba sola y sin nada que hacer, y el mero hecho de predisponer cualquier cosa le sometía al naufragio, cualquier plan hubiera significado su muerte cerebral, el cero más absoluto conseguido jamás. 

La cuarta vez que llovió acido sobre el planeta, Juliette dormía en Kirosagua. Un país magnifico por cierto, aunque demasiado inhóspito como para dormir en él.

2 comentarios:

  1. ¿pero siguió durmiendo siestas? Yo duermo las siestas como Juliette, a pierna suelta!

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  2. después de que el parlamento kiro promulgase dicha ley, Juliette tuvo que cambiar de estancia y de país obtando por dormir en cualquier precipicio luminoso

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